martes, 28 de abril de 2009

Promesa

Una promesa fue hecha, más que de palabras por un compromiso de vida, como cuando un nuevo ser nace y uno asume su tutela.

Palabras lindas que trascienden a otro plan. La felicidad plena garantizada por la persona ideal. Eso es mucho más que un buen deseo.

No espero ni puedo obligar el cumplimiento de dicho compromiso, el sólo escucharlo de su boca provocó en mí mucho de lo prometido, gran forma de iniciar el juramento.

Gracias por tu consideración, no sé si mi felicidad dependa totalmente de ti pero en caso que así sea sé que al menos tus intenciones sí son buenas.

jueves, 16 de abril de 2009

Little by little

Hay una gran frase que marca al minimalismo: ”Less it´s more”

Será que nunca he podido familiarizar mucho con ese estilo de vida o que quiero que todo sea tan ostentoso y escandaloso como mi persona. Puedo apreciar la belleza en dicho movimiento pero difícilmente podré apegarme a ese estilo de vida.

Duermo entre cajas de películas, de juguetes, video juegos y libros. Las chamarras aterrizan en donde me agarró el calor y en resumidas cuentas me cuesta trabajo mantener la perfección en lo más mínimo.

Hay una vertiente en la que no creo que la frase citada arriba aplique ni tantito, esa es la que describe a las personas.

Hay quienes están tan minimizados en espíritu, autoestima y seguridad que necesitan gente aún más pequeña para poder ser felices. Nunca comulgaré con esta idea, de hecho he llegado a la vida de personas que han hecho lo imposible por minimizarme, cosa que no estaré dispuesto a permitir. Gente peleada quizás con la vida misma y que al final de cuentas procuran rodearse de quien no pueda opacarles. Es una lástima, considero que cada persona debe valorarse, que cada quien tiene virtudes únicas y que ser pequeño sólo acarrea frustración. Al notar que uno no puede hacerse pequeño, la huida se hace inminente.

Yo procuro juntarme con aquellos que me puedan engrandecer pero no por ser pequeños, más bien porque son muy grandes y me pueden cargar hasta que yo mismo alcanzo su altura. A veces también he procurado ayudar a los pequeños a crecer pero ya entendí que esa labor le corresponde al individuo y además me acaba causando dolores en la espalda.

En fin, cada cabeza es un mundo y siempre habrá un roto para un descocido. Lo importante es que cada quien encuentre la felicidad sea cual sea el nivel de ella al que se aspire.

Y hoy resulta, que no soy de la estatura de tu vida…


monster.unleashed@hotmail.com

lunes, 6 de abril de 2009

Todo lo que sé de las mujeres.

Sin ningún temor a ser petulante les escribo todo lo que sé de las mujeres.

Espero que lo disfruten.



















































































Hugo Castillo,
ignorante de ocasión.

viernes, 3 de abril de 2009

Vida

Educar, criar, mantener, entender, dar ejemplo, transmitir valores, ser cómplice, ser amigo, ser guía y encausar.

Dar vida implica mucho más que concebir, desata una serie de compromisos morales y económicos que cada vez menos personas están dispuestas a enfrentar. Dar vida implica que dejemos cachitos de la nuestra depositadas en esas bellas personitas que han sido formadas a partir de nuestros genes.

Dar vida es magia porque nos sorprende y asombra. Es ver crecer al mayor tesoro de la humanidad en un vientre y por más que existan explicaciones científicas al respecto, nada explica la presencia del alma, que alguien de tan sólo 3 kilos y 52 centímetros pueda volverte loco de amor y que su espera se vuelva tan larga.

Cuando mi bebita nació, la primer frase que escuchó salir de mí fue Te amo hijita, y siempre te voy a amar. Quería que lo primero que escuchara fuera una constante en su vida, la mayor verdad y mi mayor compromiso. Quería decirle algo que superara por mucho el miedo que da el tener que transmitir valores a un nuevo ser. Después nació mi sobrinito, a quien le dediqué las mismas palabras y le hice el mismo juramento. Hoy la vida me da la oportunidad de volver a hacer ese compromiso con una nueva personita, de volver a pronunciar mi juramento de amor, un sentimiento de constancia para el resto de mi vida. Mi sobrinita ya está con nosotros, ya cuenta con nuestro amor incondicional y nosotros con la dicha de ser la familia que eligió.

Luz Alexandra, te amo princesa, siempre te voy a amar.

miércoles, 1 de abril de 2009

Un cuento hecho para nuestros tiempos.

Les quiero regalar ésta mi primer incursión en el mundo de los cuentos. Ojalá la disfruten y me engalanen con sus siempre gratos comentarios.





FRANQUEZA



Los adultos dicen que la curiosidad de un niño no tiene límites. Siempre una nueva pregunta que te lleva a otras tres. Ser niño no es algo tan sencillo como lo decimos los adultos. Quizás se deba a que ya olvidamos cómo serlo. Ante un ambiente familiar Standard (papá, mamá, abuelos y hermanos) uno como niño tiene demasiadas cosas por cuestionarse y ese precisamente era mi caso:

-¿Por qué mi abuelo se quita los dientes para dormir?-

-¿Por qué mi abuela huele igual que el closet?

-¿Dónde está el pichilín de mi hermanita?

Aún agradezco no haber perdido nunca mi capacidad de asombro, pero es justo reconocer que me ha metido en muchos líos.

Siendo niño, pasó algo que me generó mucho más preguntas de las acostumbradas. Preguntas que en verdad dudo si algún día conoceré las respuestas:

Mamá y papá doblaban la ropa que salía de la secadora y mamá con asombro observaba que la secadora era terrible para sus medias ya que las agrandaba y aguadaba de forma incomprensible.

-Qué curioso, éste es el tercer par de pantimedias que la secadora estropea. Lo más raro es que sólo daña las caladas. Y que se encojan es entendible, pero que se agranden-…

En ocasiones encontrar una respuesta genera más dudas. Esa costumbre atrabancada de abrir las puertas a empujones me despejó una duda y me activó otras preguntas:

-¿Por qué estás disfrazado de mi mamá?-

-Este… es que estaba investigando por qué se deforman las medias de tu mamá.-

-Y por qué te maquillaste para probarte las medias?-

-No es maquillaje, es que me comí una paleta de cereza.-

-¿Y quién te pegó en los ojos para que los tuvieras morados de arribita?

-¿Ya hiciste tu tarea?-

Y en otras ocasiones, una pregunta puede acabar con las conversaciones.

Los siguientes días, mis preguntas eran totalmente dirigidas a mamá:

¿Por qué estás llorando?-

-Es que mami descubrió que papi tiene un problemita-

-¿El problema de papi es que no cabe en tus medias?-

De a partir de ahí, papá dejó de llegar a la casa a dormir. Mamá se volvió un poco más temperamental. Las visitas de papá eran esporádicas, nos llevaba al parque o a algún lugar fuera de casa. Mamá apenas y lo volteaba a ver.

Después de unos cuantos meses, papá y mamá decidieron hablar conmigo y mi hermanita.

Papá dijo que él vivía en casa del tío Roberto. Aquél que no conocíamos hasta que un día empezó a acompañar a papá a llevarnos al parque.

Mamá se empeñaba en decirle:

-No los confundas, no es su tío. Diles la verdad.-

Papá molesto y acorralado contestó:

-La verdad es que quiero ser feliz, la verdad es que nunca tuve el valor para serlo y la verdad es que ahora me quiero dar esa oportunidad.-

A lo que inevitablemente pregunte:

-¿Y la verdad, verdad… es que eres joto?

A lo largo de la infancia, mis inevitables preguntas siempre me metieron en problemas pero en esta ocasión acabaron con la tensión de meses y meses de ocultar secretos. Las risas de mis padres no se hicieron esperar y les ayudaron a hacer más llevadero este momento. La franqueza característica de los niños en ocasiones puede enseñarle a los adultos que la vida no merece verse con tantas complicaciones.



Hugo Castillo, Puro cuento.




Pertinente aclaración.

Algunos de estos textos los publiqué previamente en el hi5, se los comparto a quienes no cuentan con dicho sitio.
Pueden entrar a checar mis entradas anteriores en http://hugoncastillo.hi5.com