jueves, 19 de marzo de 2009

El Imperio de las Princesas

Hoy recibí una interesante propuesta por parte de mi muy querida amiga Karlita, con quien tuve la fortuna de asistir a 4to de prepa (digo asistir porque honestamente este humilde pero carismático escribano sólo iba a pasar lista y tomaba sus clases en algún billar o en las chelas de enfrente). Ella me preguntó si creía en las Princesas y puedo decirle que no sólo creo, estoy rodeado de ellas aún siendo tan plebeyo como el que más; incluso puedo decirle: “Dios salve a la Reina de Chelo Sésamo” (Chelo Sésamo es el nombre del feudo de la Reina suprema Consuelito 2da; debo decir que el nombre del feudo lo plagié a una Princesa corajuda a más no poder). Siendo hijo de una Reina, puedo suponer que lo plebeyo me viene por parte de padre ya que comprobado está, madre tengo mucha.

También está mi hermosa hermana, la Princesa Consuelito 3ra. Ella es tan bella como La princesa Bella, tan chambeadora como la Cenicienta, tan acomedida como Blanca Nieves, tan huevona como la Bella durmiente y tan prieta como Pocahontas (como podrán constar tanto los que la conocen como los que ahora leen de ella, si algo tiene mi hermana es que le sobra lo Princesa, incluso se casó con un Príncipe azul, de esos que ya no existen y que podría incuso decir su Majestad Consuelito 2da: “el hijo que nunca tuve” ya que le tocó ser madre de tres plebeyos).

Afortunadamente, hay genes que pueden brincar una generación; con tal suerte, puedo ser padre de la más hermosa, la más querida y la más inteligente de las Princesas. Su majestad Luz Elisa 1ra es la heredera de mi propio imperio, de mi primer pensamiento al despertar y del que me hace concebir el sueño; dueña no sólo de mi amor y del de su madre, puedo decirles que quien la conoce, le cede parte de su corazón para que forme parte del de ella. Además, es una Princesita ocurrente, ingeniosa y que no teme mostrar de cuando en cuando el linaje de su padre así como tampoco esconde lo mucho que sabe amar a sus seres cercanos.

He sido bendito por la Princesa Caziel quien se caracteriza por su inteligencia, belleza y temperamento (no sé si en ese orden). Dicha bendición basada en juicios despiadadamente honestos hoy ha hecho que acepte lo peor de mí precisamente como parte de mi ser y que no pierda el enfoque en buscar, mostrar y compartir siempre lo mejor en mí.

Tanta Princesa en un mundo tan escaso de príncipes no debería mermar nuestra voluntad haciéndonos sentir tan poco honrados como para lograr formar parte de sus vidas. Levantemos el espíritu, mostremos nuestra bondad y dicha por su compañía; quizás así podamos convertirnos en el príncipe que aparece tras besar a un sapo, en un ser digno y con el temple suficiente como para derrotar mil dragones en su nombre.

Hugo Castillo,

Juglar de Chelo Sésamo.

5 comentarios:

  1. Pues yo no creo ni en príncipes ni en princesas... años y años de besar sapos me respaldan xD


    cielito si lees esto sabes que i'm just kidding xD

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  2. por cierto gracias por quitar la mentada palabrita ^^

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  3. Pues sí que estás rodeado de princesas, eh. Yo soy plebeya porque el rollo de la realeza no se me ha dado nunca. Ni cómo ayudarme!

    Saludos.

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  4. "Tanta Princesa en un mundo tan escaso de príncipes" (soy fan, otra vez :-D)
    En mi historia el príncipe va y viene. Luego me doy cuenta que no existe más y también a veces me dan ganas de creer que sí llegará... quizá no lo sepa nunca.

    Lindo que escribas sobre las princesas de a devis.

    Las hermanas princesas rules!!

    xoxox
    Papillon.

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  5. Gracias por sus lindos comentarios, pa mí sí son princesas. Besos y abrazos a discreción.

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